El suntuoso templo está constituido por una sola nave y cinco altares, y se sitúa en la plaza central. La construcción data del siglo XVIII, aunque sufrió varios incendios y otras tantas remodelaciones.
En su interior destacan los retablos de estilo rococó y un conjunto de imágenes del siglo XVIII, autoría del escultor Machado de Castro. Las vidrieras de la capilla mayor y del baptisterio, instaladas en la década de los 40, son de autoría del pintor algarvio Joaquim Rebocho.
A través de la sacristía es posible subir a la torre, con sus dos campanas y el reloj y, desde allí, obtener una panorámica de la ciudad.